Rotura del Ligamento Colateral Cubital del Pulgar
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Etiología
Lesiones deportivas: caída con el pulgar en abducción/hiperextensión (ej. esquí, baloncesto, balonmano).
Accidentes cotidianos: tracción súbita o flexión del pulgar.
Estrés crónico: en atletas con tensión repetitiva en la primera articulación metacarpofalángica (MCF) (ej. pulgar del guardabosque).
Cuadro Clínico
Dolor en la superficie medial (cubital) de la articulación metacarpofalángica del pulgar.
Edema y equimosis en la región.
Incapacidad para agarrar o sujetar objetos.
Inestabilidad de la articulación MCF en pruebas rotacionales.
Diagnóstico
Examen clínico: Test de estrés en valgo: evaluación de la inestabilidad de la articulación MCF a 0° y 30° de flexión.
Aumento del ángulo >30° o diferencia >15° comparado con el lado sano → sospecha de rotura completa.
Imagen: Radiografía: exclusión de fractura de la base de la falange proximal.
RMN: estándar de oro para confirmar la rotura del LCC y detectar lesión de Stener (desplazamiento del ligamento sobre la aponeurosis del aductor).
Ecografía: imagen dinámica, útil en manos expertas.
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Tratamiento
Conservador (rotura parcial)
Inmovilización con férula/yeso del pulgar durante 4–6 semanas.
Movilización temprana tras la retirada de la férula.
Fisioterapia: restauración de la movilidad y fortalecimiento.
Quirúrgico (rotura completa o lesión de Stener)
Sutura directa o reconstrucción del ligamento.
En lesiones crónicas: reconstrucción con tendón (ej. palmar largo).
Postoperatorio: inmovilización 4–6 semanas, rehabilitación gradual.
Pronóstico
Con tratamiento adecuado → recuperación funcional completa en la mayoría de los casos.
Sin tratamiento → inestabilidad crónica, debilidad de agarre, artritis temprana de la articulación MCF.