Lesiones deportivas

Lesiones deportivas

Para muchos atletas, ganar es el objetivo final, ya sea una competición local o un evento olímpico. Ganar puede significar romper un récord personal o incluso mundial.

Sin embargo, el camino hacia la victoria puede esconder algunos peligros. Para superarse, el atleta a menudo se esfuerza y exige mucho su cuerpo. Además, siempre habrá lesiones menores, ya que estas también forman parte de la vida del atleta.

El cuerpo necesita un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado para que se mantenga siempre sano y se fortalezca adecuadamente.

Por ejemplo, algunas de las lesiones a las que se puede enfrentar un deportista y que nos encargamos de diagnosticar y tratar son:

  • moretones

    La lesión más común en las personas que practican deportes es la distensión muscular. Las distensiones más comunes son las de las extremidades inferiores, como las de los isquiotibiales y las de la pantorrilla. Los jugadores de fútbol americano, los corredores y los atletas en general son más propensos a sufrir distensiones. No se distingue entre grupos de edad. La causa más común de una distensión es una lesión localizada en la zona muscular o tendinosa cercana a las articulaciones.

  • Lesión de hombro (artroscopia de hombro)

    El hombro posee el mayor rango de movimiento de cualquier articulación del cuerpo humano, ya que no está estabilizado por los huesos que lo conforman, a diferencia de otras articulaciones (como la cadera). En cambio, tanto la integridad como el movimiento de la articulación están determinados principalmente por los músculos, tendones y ligamentos que la rodean.

  • Lesión de rodilla (artroscopia de rodilla)

    La rodilla es una de las articulaciones más grandes del cuerpo humano, con una estructura compleja que se ve sometida a importantes presiones y variaciones de fuerza durante nuestras actividades diarias y a menudo sufre lesiones y alteraciones. En sus puntos de contacto, los huesos superiores están recubiertos por una capa de cartílago que, gracias a su textura suave, permite el desplazamiento sin fricción de los huesos y, en consecuencia, el movimiento de la articulación. La artroscopia de rodilla se realiza en un quirófano debidamente equipado bajo anestesia general, raquídea o, en algunos casos, local.

  • Lesión isquiática (artroscopia isquiática)

    Los posibles candidatos para la cirugía artroscópica de cadera son todos los pacientes que han tenido dolor de cadera o ingle durante más de seis semanas y que no mejora con otras medidas conservadoras. Sin embargo, se requiere mucha precaución por parte del cirujano, ya que se excluyen los pacientes con enfermedades de la cabeza femoral (necrosis de la cabeza femoral, osteoporosis transitoria) o artrosis de cadera muy avanzada.

  • hematoma muscular

    Un hematoma es una acumulación de sangre en una zona específica del cuerpo, acompañada de hinchazón en esa zona. La sangre se acumula debido a una ruptura en la pared de un vaso sanguíneo, una arteria, una vena o un capilar. Un hematoma puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Independientemente de sus características específicas, un hematoma siempre es una acumulación de sangre espesa fuera de un vaso.

-¿Qué es la artroscopia?

La artroscopia es un procedimiento en el que la cirugía se realiza a través de orificios de unos pocos milímetros que se abren alrededor de la articulación, y no mediante incisiones pequeñas o grandes en la piel suprayacente. A través de estos orificios, se inserta el ortoscopio, que ofrece visión directa y aumento, así como las herramientas adecuadas (p. ej., suturas, anclajes) para examinar tanto la articulación como las estructuras adyacentes y aplicar el tratamiento adecuado.

A diferencia de los métodos quirúrgicos abiertos, durante la artroscopia la introducción de los instrumentos quirúrgicos delgados necesarios se realiza a través de incisiones muy pequeñas en la piel, de unos pocos milímetros de largo.